viernes, 10 de marzo de 2017


Feijoo reconoce que Portugal «conta» como competidor industrial

Una nueva remesa de incentivos fiscales premia la inversión de multinacionales del motor en el norte luso


Vecinos sí, pero competidores también. El presidente de la Xunta garantizó que en el primer semestre del año, «en xuño probablemente», estará lista una ley de competitividad para facilitar las inversiones singulares en Galicia y una implantación más dinámica de empresas en polígonos industriales. Porque, según Alberto Núñez Feijoo, «Portugal conta», y es un competidor industrial que debe espolear a las firmas asentadas en Galicia para mejorar su productividad.
El jefe del Ejecutivo autonómico no tuvo reparos en vincular esta iniciativa legislativa, enmarcada en la Axenda Galicia-Industria 4.0, con la deslocalización de empresas y su asentamiento en Portugal, un país que, describió, tiene unos salarios más bajos, una legislación más flexible y un sistema sindical que «mudou como consecuencia da intervención da troika».
Sin embargo, apeló a los emprendedores gallegos a ver esta competencia como «unha oportunidade» para hacer mejor las cosas y avanzar en la investigación y el desarrollo, además de repetir el compromiso de que la Administración facilitará la instalación de empresas con unas normas simplificadas.
Al hilo de esta reflexión, el presidente también valoró la «grande oportunidade» que se presenta para la factoría de Vigo de PSA tras la compra de Opel. La adquisición supone la creación de un «xigante europeo», dijo, que tendrá más influencia en Reino Unido y Alemania, y mostró su convencimiento de que tanto PSA como la industria auxiliar sabrán responder al reto desde Galicia. 
Así compite Portugal
Pero lo cierto es que Portugal juega con ventaja en la captación de nuevos proveedores de la automoción. Sirva como muestra la nueva remesa de incentivos fiscales que el Gobierno luso acaba de activar como premio a la inversión de tres multinacionales, que inyectarán 217 millones de euros en el tejido productivo luso. Como viene ocurriendo en los últimos años, dos de esas nuevas implantaciones tendrían que estar instaladas en suelo gallego, ya que su llegada se debe a los contratos conseguidos con los nuevos modelos que PSA fabricará en Vigo. Pero, además de unos costes salariales hasta un 35 % más bajos que en España; el suelo industrial casi regalado y unas bonificaciones fiscales que responden a una decidida estrategia de Estado para captar inversión extranjera explican el fenómeno competitivo luso.
La Guía de Incentivos a la Implantación en Portugal, elaborado la Oficina Económica y Comercial de España en Lisboa, detalla algunos de los alicientes destinados al fortalecimiento del tejido industrial. Entre ellos destacan la exención total del impuesto municipal sobre bienes inmuebles; del de transmisiones, y de la tasa sobre actos jurídicos documentados; además de la deducción de hasta un 25 % en el de sociedades, por reinvertir por lo menos un 10 % de los beneficios obtenidos.
También se incentiva la llegada de mano de obra cualificada con tipo único de IRPF del 20 % durante 10 años. Esta medida para captar talento asociado a la implantación de multinacionales ha permitido la llegada de 10.000 trabajadores extranjeros.

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