lunes, 27 de marzo de 2017

Galicia afianza su posición de liderazgo en la exportación española de madera

Las ventas al extranjero sumaron 719 millones, un 4 % más que en el año 2015


Las empresas que se dedican en Galicia a la producción y transformación de productos madereros comercializaron el pasado año mercancía al extranjero por valor de 719,8 millones de euros, una cifra que supone incrementar las exportaciones en un 4 % respecto al ejercicio del 2015 y que implica, sobre todo, afianzar la indiscutible posición de liderazgo de esta comunidad; detrás, bastante lejos, se situarían Valencia y Cataluña, con 431,8 y 303,4 millones de euros, respectivamente.
El 58 % de lo que comercializa Galicia en el extranjero son productos de madera y sus manufacturas; el 25 % es pasta de papel a base de tronco de eucalipto, sector en el que se encuentra Ence, y el 17 % restante se corresponde con el mobiliario de madera. Una actividad en la que la comunidad gallega ha ido ganando posiciones en los últimos años, según los datos que maneja Confemadera, la patronal del sector.
Las empresas del mueble exportaron el pasado año por valor de 122 millones de euros, un 10 % más, con FranciaPortugalAlemania y el Reino Unido como principales destinos. El dato muestra que hay un mayor número de compañías gallegas del sector que apuestan por la innovación y la presencia en los mercados exteriores para ganar negocio en una actividad que estuvo muy condicionada por el desplome de la demanda interna, como consecuencia del estallido de la burbuja inmobiliaria. Gran parte de este éxito hay que buscarlo en las empresas que se han especializado en el mobiliario de tiendas y de hoteles, sector conocido como contract. Es el caso de Martínez Otero, de A Estrada, o de Cándido Hermida, en la comarca de Ferrol, que ha hecho las tiendas de Inditex en Nueva York. También está Santos, líder en cocinas.
La evolución del conjunto del sector maderero gallego muestra que la industria ha recuperado los niveles de negocio previos a la crisis. A la espera de conocer el balance definitivo del 2016, algo que harán público las compañías a lo largo del primer semestre, los últimos datos muestran que las empresas de madera y mueble facturaron en el 2015 casi 2.000 millones de euros, un 11,2 % más que en el ejercicio anterior, y lo que constituye el mejor dato desde el inicio de la crisis económica. Todas las ramas de la cadena de valor de la madera incrementaron su actividad. En la industria de primera transformación, por ejemplo, que agrupa a los aserraderos y los rematantes, cuyas facturaciones, respectivamente, cerraron el 2015 en 424 y 306 millones de euros, los mejores registros desde el año 2008. Especialmente significativo es lo sucedido con la industria de tablero y de pasta, que alcanzó unas ventas de 835 millones, su mejor registro desde el 2007, una actividad donde Finsa y Ence tienen una relevancia especial. La mayor actividad industrial también tuvo en el 2015 un impacto directo en los propietarios de parcelas forestales. Se estima que en Galicia hay unos 700.000, lo que da cuenta de la fragmentación en la titularidad de la tierra. Pero durante el 2015 vendieron madera 80.000 familias, lo que les reportó unos ingresos de unos 300 millones de euros, un 14 % más si se compara con el dinero obtenido en el 2014. «La apuesta por el medio rural y por el sector forestal, dadas las cifras que representa para la economía gallega, debería tener el mismo cuidado y el mismo mimo que otros sectores, como pueden ser el textil, el naval o la automoción», precisa Elier Ojea, presidente de Confemadera Galicia.
El monte, infrautilizado
La comunidad es una potencia forestal. Y ello pese a que hasta un 30 % del monte está infrautilizado: unas 700.000 hectáreas son improductivas para su tejido industrial. Una proporción que es mucho más baja en otros países, como el caso de Finlandia (12 %), Austria (14 %), Suecia (18 %) o Estados Unidos (21 %), tal y como recuerda el economista y catedrático Fernando González Laxe, uno de los impulsores del Foro Económico de Galicia (FEG). En aras de corregir este desequilibrio, la Xunta ha anunciado que esta será la legislatura del medio rural y, especialmente, del sector forestal. La Administración gallega ha aprobado recientemente una revisión del Plan Forestal de Galicia, que se lanzó en 1992 y que estuvo incumpliendo durante 25 años. El plan preveía una inversión anual equivalente al 3 % del presupuesto autonómico, algo que no se hizo.
La nueva estrategia pasa por aumentar la superficie arbolada ocupada por frondosas caducifolias, mediante la plantación y regeneración del castiñeiro, el carballo y la cerdeira. Se prevé la plantación de hasta un millón de castaños. También se ha decidido limitar la expansión del eucalipto a determinadas áreas geográficas.



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