Galicia perdió 1.000 granjas con la supresión de las cuotas lácteas

El precio que se paga por la leche en origen sigue siendo de los más bajos de la Unión Europea // "Seguimos vendiendo nuestra leche a pérdidas", se lamenta el SLG.

El Sindicato Labrego Galego (SLG) denuncia que más de 1.000 granjas han cerrado sus puertas en los dos últimos años en Galicia, después de la supresión del sistema de cuotas, mientras que el precio que se paga por la leche en origen sigue siendo de los más bajos de la Unión Europea.

El sindicato opina que el "triunfalismo" que exhibieron algunos agentes del sector cuando se puso fin al sistema que regulaba la producción de leche en la Unión Europea "ha desaparecido", porque en estos dos últimos años el sector productor ha vivido "una de las peores crisis de precios que se recuerdan" y, además, de las 9.484 explotaciones que había en activo en abril de 2015, se pasó a 8.475 en enero de 2017.

Según el SLG, la "crisis de precios que asoló la Unión Europea amenaza con hacerse crónica en Galicia, donde nuestras granjas siguen soportando valores de los más bajos en Europa, mientras que en otros países sí se recuperaron valores rentables" para los productores.

De hecho, la organización agraria precisa que, aunque el precio medio de la leche en origen se situó en 30,3 céntimos de euro por litro en enero de este año, "la mayoría de nuestras granjas están percibiendo remuneraciones entre 26 y 28 céntimos" por la producción que le entregan a la industria o a los intermediarios del sector.

Recuerda, asimismo, que en comunidades autónomas vecinas, como puede ser el caso de Asturias, "el precio medio de la leche está en 33,4 céntimos" y, a día de hoy, habría que "irse hasta los países bálticos para encontrarse precios semejantes a los gallegos", aunque en esos estados el coste de producción es sensiblemente inferior a los 34 céntimos de euros en los que lo ha cifrado para España el Ministerio de Agricultura.

"Seguimos vendiendo nuestra leche a pérdidas", se lamenta el SLG, pero los "poderes públicos" lo "único que hicieron fue redactar un acuerdo lácteo de buena voluntad, que firmaron las industrias y las cadenas de distribución, junto con alguna organización agraria", pero que "no comprometía ni obligaba a nada" a los firmantes.

El SLG, que no firmó ese acuerdo, considera que el "tiempo" ha venido a darle la "razón", con "la mayor parte de nuestras explotaciones cobrando por la leche menos de 30 céntimos, las industrias imponiendo contratos y condiciones leoninas y las grandes superficies utilizando la leche como producto reclamo a su antojo".