La tarifa plana de autónomos durará un año y beneficiará a 51.000 gallegos
Las emprendedoras no tendrán que pagar la cuota durante la baja por maternidad
No es un buen dato, porque septiembre engulló a 3.377 trabajadores por cuenta propia. Además de las jubilaciones, que en el caso de Galicia son especialmente significativas, un primer análisis de ATA (la Federación de Trabajadores Autónomos) vincula parte de las bajas con la mortalidad de negocios coincidiendo con el final de las rebajas y el cierre de establecimientos de hostelería y servicios vinculados al turismo.
Pese a este mal arranque del otoño, el colectivo de trabajadores por cuenta propia sigue ganando afiliados en Galicia. A un ritmo de una decena al día, en buena medida alentados por la cotización de 50 euros al mes durante los primeros seis meses de alta.
Aprobación inminente
Según datos de Trabajo, un total de 51.127 emprendedores gallegos se benefician de esta bonificación. Pues bien, para todos ellos hay buenas noticias. El Gobierno tiene sobre la mesa un plan de medidas urgentes que ha pactado con su socio Ciudadanos, que arrancará de forma inminente con la prolongación de la tarifa plana al primer año completo de actividad del nuevo autónomo.
«Creemos que va a ser el primer gran acuerdo de Estado», explicó ayer a La Voz el gallego Eduardo Abad, secretario general de UPTA (Unión Profesional de Trabajadores Autónomos), que calificó esta primera medida de especialmente importante para los emprendedores que durante los primeros meses de actividad todavía no tienen ingresos.
Reforma urgente
Esta bonificación, cuya entrada en vigor podría anunciarse este mismo mes, según avanzó la ministra Fátima Báñez a los colectivos de profesionales autónomos, es la punta de lanza de una batería de propuestas que culminarán en la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo que se tramitará en el Congreso.
Su contenido desglosado incluye medidas para los emprendedores como la supresión de la cuota de las autónomas durante la baja de maternidad o por «riesgo médicamente demostrado» durante el embarazo. Además, se equipararán los incentivos económicos de las madres autónomas que se reincorporen a su actividad en los dos años posteriores al parto con los de las trabajadoras del régimen general.
Otra modificación muy esperada es la cotización por el tiempo realmente trabajado. El importe ahora se calcula sin tener en cuenta el día del mes en que se inicia o cancela el negocio. Con la reforma se propone que la cantidad se fije por los días efectivos de actividad en ese mes.
En materia de impuestos, el recargo que se aplique en las cotizaciones a los autónomos que se retrasen en los pagos a la Seguridad Social será progresivo en función de la demora. Dejará de aplicarse el 20 % de penalización generalizado.
Jubilados y autónomos
La reforma que está en marcha es ambiciosa, y abarca otros aspectos que han sido demandados durante años por las organizaciones que representan a este numeroso colectivo, compuesto en España por más de tres millones de trabajadores.
Uno de los planteamientos que ahora se tomará en serio es la posibilidad de cotizar a tiempo parcial. Está pensada para muchas personas que no trabajan como autónomos a tiempo completo o que, simplemente, hacen trabajos esporádicos por su cuenta. El pacto entre PP y Ciudadanos que tomará forma de ley, con el beneplácito del Congreso, prevé idear fórmulas para que estos autónomos «no habituales» coticen de forma distinta al resto.
También se podrá ser jubilado y autónomo, a la vez. El acuerdo fomenta que la percepción de la pensión de jubilación sea «plenamente compatible» con el desarrollo de una actividad por cuenta propia. Además, se prevé que los autónomos calculen su pensión computando la totalidad de su vida laboral.
Cotizar según los ingresos para garantizar las pensiones
La reforma de la Ley del Trabajo Autónomo será larga y dejará para el final el punto más esperado por buena parte de los trabajadores por cuenta propia: la reforma de las cotizaciones para garantizar la sostenibilidad de las pensiones de los autónomos. En el pacto entre PP y Ciudadanos está previsto crear una subcomisión en la Comisión de Empleo del Congreso para abordar el tema.
El documento base llama a «articular un sistema que permita que los autónomos cuyos ingresos reales no superen el umbral del salario mínimo interprofesional no tengan la obligación de cotizar». Es decir, que ningún trabajador por cuenta propia deba pagar nada a la Seguridad Social si no gana más de 764 euros al mes, una situación en la que se encontrarían 500.000 autoempleados.
Para el gran colectivo de autónomos cuyo rendimiento neto se sitúa por debajo de los 80.000 euros al año (alrededor de 2,5 millones de afiliados en toda España), se pretende que nada cambie, y que los afiliados elijan la base de cotización que consideren en función de sus ingresos.
La medida más polémica puede estar en los 50.000 autónomos españoles que tienen un rendimiento neto por encima de los 80.000 euros. A este colectivo se le pedirá un mayor esfuerzo contributivo que consistirá en duplicar la cotización y situarla en torno a los 560 euros.
«Se trata de redistribuir la carga de la cotización para garantizar las pensiones a un colectivo en el que 1.265.000 autónomos tienen más de 50 años», explica Eduardo Abad, de Upta.
La clave de la limitada pensión que le queda a un jubilado que ha trabajado la mayor parte de su vida por cuenta propia está en lo que ha aportado al Estado. El 87 % de los autónomos españoles (el mismo porcentaje para Galicia) cotizan por la base mínima de 884 euros (equivale a unos ingresos netos anuales de 10.800 euros al año). Supone una cuota mensual de unos 280 euros mensuales.
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