Galicia blinda la seguridad jurídica de las aperturas exprés de empresas y comercios
La Xunta mejora el trámite de comunicación previa que sustituyó a la licencia municipal y lanza las entidades de certificación para ayudar a emprendedores
Zona comercial de Os Mallos, en la calle Ángel Senra. fran queiruga/roller agencia
Casi dos años van desde que la ley del emprendimiento y la competitividad de Galicia revolucionó los trámites a seguir para alumbrar un nuevo negocio. La licencia municipal ya solo es necesaria para aquellos proyectos que requieren obras importantes en un inmueble, y con su supresión acabaron también los habitualmente largos plazos de espera para empezar a funcionar. Basta con la llamada comunicación previa. La presentación en las oficinas de los concellos de los datos identificativos de los titulares de la empresa o el comercio, una memoria explicativa de la actividad, el justificante con el pago de los impuestos locales, la declaración de cumplimiento de todos los requisitos ambientales, de seguridad y salubridad y la documentación técnica correspondiente al tipo de actividad e instalación. La comprobación se realiza a posteriori, con el negocio en marcha, por parte de los técnicos de los ayuntamientos o a través de las entidades de certificación de conformidad municipal (Eccom), que es otra de las novedades del reglamento que publicó ayer el Diario Oficial de Galicia (DOG) con el que se completa en la comunidad el procedimiento para las aperturas exprés.
"Galicia está siendo un ejemplo a nivel municipal de cómo poner a disposición todos los medios para dar respuesta a las pequeñas y medianas empresas", aseguraba ayer Francisco Conde, conselleiro de Economía, Emprego e Industria, durante su participación en las jornadas Impulsando Pymes en Vigo, en referencia precisamente a los cambios que trajo la ley de emprendimiento y la publicación del reglamento que incluye las entidades de certificación, "un paso más para dar garantías a pequeñas y medianas empresas que quieran abrir un negocio, que pueden tener esa seguridad jurídica".
Con los riesgos que supone arrancar un negocio a la espera del permiso definitivo, la Xunta presenta a las Eccom como "facilitadoras" de los trámites para los emprendedores ante la administración. No son obligatorias. El empresario puede recurrir a sus servicios de forma voluntaria y si lo hace, descarga en ellas toda la responsabilidad del contenido de la documentación de la comunicación previa -memoria explicativa, justificación tributaria, proyecto y papeleo técnico- y su ejecución. Las entidades deben estar, además, inscritas en un registro específico de la Consellería de Economía y contar con una póliza de seguro por valor de un millón de euros para cubrir la responsabilidad que asumen.
Las Eccom también pueden estar del otro lado. En "funciones de colaboración" con los concellos. A ellas pueden recurrir como "asistencia técnica" para comprobar la validez de las comunicaciones previas y "la inspección de instalaciones, establecimientos, actividades y obras", según recoge el reglamento. Lo que podría implicar un proceso de contratación pública. Solo quedan fuera de la comunicación pública los negocios que no tengan una sede física y aquellas actividades que cuenten con una normativa específica por su especialización o envergadura.
El reglamento advierte que la comunicación previa no equivale automáticamente a la autorización tácita -que llega después de la comprobación- y que en situaciones en las que existan obras de acondicionamiento de un local ese permiso temporal solo puede solicitarse con los trabajados finalizados. Si los requisitos no se cumplen, los concellos darán al empresario un mes para enmendar los errores.
Lo publicado ayer en el DOG "aclara y mejora" los pasos que esbozó la ley de emprendimiento de Galicia. Entra en vigor en 20 días. Así, aseguran en Economía, se incide en "la simplificación administrativa y la eliminación de barreras para facilitar la actividad empresarial".
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