Los hogares gallegos se aflojan el cinturón.
Aunque sigue casi 4.000 euros por debajo del 2008, el gasto medio por familia en el 2015 frisó los 26.400 euros, casi un 2 % más que el año anterior y el primer ascenso desde que estalló la crisis.
Con cuidado aún, pero los hogares gallegos han comenzado a aflojarse el cinturón que la crisis les obligó a apretarse durante estos años y han vuelto a incrementar sus gastos. Así lo confirma la encuesta de presupuestos familiares publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que constata que el desembolso medio de las familias gallegas subió casi un 2 % (concretamente el 1,8 %) en el 2015 respecto al año anterior, situándose en 26.381,32 euros, es decir, que dispusieron de 460 euros más que un año atrás.
El ascenso en los gastos es el primero que se computa desde el 2008, año en el que estalló la crisis, y pese a lo positivo de la noticia, la cruz es que aún está lejos -casi 4.000 euros por debajo- de recuperar el nivel de entonces, cuando frisaba los 30.000 euros. En cualquier caso, la evolución de los presupuestos familiares ha sido similar en la comunidad y en la media de España donde, tras siete años de caídas, en el pasado ejercicio repuntaron un 1,4 %, hasta los 27.419,52 euros.
Si en lugar de por hogares, el gasto medio se mide por persona, la senda también es ascendente, ya que el pasado año cada gallego desembolsó una media de 10.549 euros, cantidad que, aunque está 411 euros por debajo de la media nacional en cifras absolutas, supone sin embargo una subida interanual notable: del 2,7 % (o lo que es lo mismo, 278 euros más) frente al 1,9 % de España.
¿Qué hábitos han cambiado?
En el análisis que hace el INE se observa que el gasto medio por hogar en el conjunto del país aumentó el pasado año en la mayoría de los grupos analizados, algo que, de nuevo, no ocurría desde el 2008, en un patrón que se reproduce en Galicia. Comparado con el año cero de la crisis, en la comunidad ha aumentado el dinero que las familias destinan a la vivienda -y los gastos vinculados a esta, como agua, luz o gas-, que es, además, la parte del león del presupuesto del hogar, ya que se «come» casi 7.900 euros del presupuesto total. Sin embargo, pese a incrementarse respecto al 2008, el desembolso cae un 0,4 % sobre el pasado año.
La otra gran partida de gasto es la cesta de la compra, en la que los gallegos se dejaron de media más de 4.500 euros, un 2,1 % más que lo que dedicaron a llenar la despensa el año anterior, pero a distancia de los casi 5.300 euros que destinaban antes de la crisis.
Las apreturas para llegar a fin de mes también le pasaron factura en estos siete años a los gastos más «prescindibles», como el ocio, los cafés y restaurantes, el alcohol y el tabaco, las comunicaciones, el mobiliario o la ropa y el calzado.
Los pequeños caprichos
Pero ahora, con una situación económica más alentadora, la ciudadanía recupera hábitos e incluso ciertos caprichos a los que se vio obligada a renunciar. Así, con casi 570 euros anuales, el gasto en alcohol y tabaco subió en Galicia un 11,2 % en el último año, otro 10,9 % lo hizo el presupuesto destinado al ocio (incluyendo las vacaciones) y un 10,7 % se incrementó la partida para comprar ropa y calzado. Alzas menores se registraron también en el gasto para modernizar el mobiliario y el equipamiento de la casa (5,9 %) o en hoteles, cafés y restaurantes (0,4 %).
Sin embargo, pese a las subidas del último año, el dinero dedicado a todos estos grupos sigue por debajo del que se destinaba en el 2008, con las únicas excepciones de la enseñanza y la salud.
El INE destaca también la lógica incidencia en este reparto de la situación laboral del sustento principal del hogar, es decir, de la persona que más aporta al presupuesto común, en la evolución del gasto. Así, para el conjunto del país, el mayor desembolso (31.095 euros) correspondió a aquellos hogares cuyo sustentador principal estaba ocupado, con un gasto un 13,4 % superior a la media. Por contra, las familias que dependen de un parado solo dispusieron de 17.461 euros, un 36,3 % por debajo de la media.
Desde el año 2006 el gasto de las familias cuyo sustentador principal está en desempleo se ha reducido un 22,7 %, mientras que en los hogares dependientes de un jubilado el desembolso ha aumentado un 8,5 %.
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