«Alguien tendrá que explicar por qué ha llegado la patronal gallega a esta situación límite»
Si el martes la asamblea no aprueba el plan de viabilidad, avanza que la CEG irá a la quiebra y él dejará el cargo.
La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) hace tiempo que dejó de ser ese lobby de referencia que permitía testar la salud económica del país. Si fuera ese termómetro real, la empresa gallega estaría al borde del colapso. Y por fortuna no es así. Pero su patronal sí. Afronta una delicadísima situación, fracturada por peleas internas y con la amenaza cierta de un concurso de acreedores. El martes la asamblea, con algo menos de 200 delegados, tendrá que votar el plan de viabilidad de la CEG, que contempla el despido de casi la mitad de su plantilla y una drástica bajada de sueldos al resto para tratar de lograr el plácet de entidades financieras. Su presidente sabe que el momento es extremo, pero se muestra confiado: «Los empresarios serán responsables».
-¿Qué pasará si no se aprueba?
-Pues de entrada no podríamos atender ningún requerimiento económico a partir del próximo mes.
-¿Tan apremiante es la situación?
-De momento estamos al corriente de pago, en junio se ha podido pagar la hipoteca, los impuestos, los sueldos... Más adelante no se podría. No tenemos más tiempo, estamos en el descuento.
-¿Este plan es la mejor propuesta que se les ha ocurrido?
-Se trabajaron varios escenarios y se fueron cambiando en función de lo que era mejor, se fue viendo con los vicepresidentes. No es el plan que nos habría gustado, pero es lo que tenemos delante.
-¿Y por qué se ha llegado a esta situación?
-Eso es algo que tendrá que explicar alguien. Hace dos años [entonces era presidente José Manuel Fernández Alvariño, dimitido en noviembre tras una cuestionada gestión] Antonio Fontenla, presidente de la patronal de A Coruña, ya pidió un plan de viabilidad. Ya avisó que había que tomar medidas. Yo no estaba en la junta directiva. ¿Por qué no se hizo? Tendrán que explicar otros por qué hemos llegado a esta situación límite. A mí de lo único que se me puede acusar este tiempo es de austeridad: hemos ahorrado entre 35.000 y 40.000 euros entre coche oficial, prensa, viajes... El equipo que está conmigo no es responsable de los desmanes y dispendios que hubo en el pasado.
-¿Tiene apoyos para poder sacar adelante este plan? Porque la oposición interna es considerable.
-No, no he ido recabando apoyos porque confío en la responsabilidad de los empresarios. Sabemos lo que va a suceder al día siguiente si no se aprueba este plan. Y diría muy poco de los empresarios de Galicia. Si la CEG sale adelante, será con el apoyo de todos. Si no, a la quiebra.
-No parece el mejor momento teniendo en cuenta la jaula de grillos que es la CEG...
-Es cierto. Lamentablemente es así. La patronal gallega debería estar saliendo en los medios por sus propuestas, por sus proyectos, por debates empresariales... Y lo que pasa es que sale por las guerras internas. Pero yo he funcionado con la máxima transparencia: el martes tenía el plan de viabilidad y el miércoles se lo había remitido ya a todos, y también a las entidades financieras.
-¿Y qué respuesta ha tenido?
-No he tenido. Pero tampoco la hemos pedido. Lo veremos en la asamblea. Y yo soy optimista porque creo que los empresarios serán responsables.
-Y si no sale, ¿usted se va?
-Yo voy a ser responsable con mis actos. Nunca me he quedado en un sitio cuando me he convertido en el problema. Si es así, me voy. No voy a ser nunca una traba para la CEG. Seré responsable y actuaré en consecuencia.
-Es decir, que se irá...
-Si presento el plan de viabilidad y no sale, me veré incapaz de continuar. Que venga otro y lo haga. Y lo que pasará si no se aprueba ya se sabe. Y ojo, porque el administrador concursal puede pedir responsabilidades por lo que ha pasado. Y no seremos los que estamos en este equipo, que hemos intentado resolver la situación. De todos modos, yo tengo confianza en el futuro y confío en la experiencia y la responsabilidad de los empresarios. Ahora ya no está en mi mano la solución... Es posible que si la solución se hubiera planteado hace dos meses, habríamos tenido más tiempo. Pero ahora ya no lo hay.
-¿Qué cree que harán sus opositores? ¿Le han ayudado en este tiempo para cerrar el plan de viabilidad?
-Pues realmente no sé lo que harán. Ha habido de todo: los hay que han colaborado y otros que no. Pero esto o sale con la ayuda de todos, o no sale.
-¿Las heridas de las elecciones han cicatrizado? El perdedor no se tomó especialmente bien el resultado, con aquella impugnación.
-Yo creo que eso está totalmente superado. A veces ha faltado compromiso y colaboración, y podría haber aportado más, pero lo que conviene es que todos tiren del carro.
-¿Usted se imagina una Galicia sin patronal?
-Pues no. Es un referente en esta comunidad y debería ser una marca distintiva. No me gustaría, porque seguro que además otros lo aprovecharían.
-¿Lo dice por los tres clubes financieros de Galicia, los de A Coruña, Vigo y Santiago, que están planeando su fusión? Es una manera de hacer sombra a una patronal en horas muy bajas.
-Ya sabe aquello de que «a río revuelto, ganancia de pescadores». Ahora, igual yo en su situación haría lo mismo. Si la CEG no está tendrán que aparecer otros. Lo triste es haber llegado a este punto.
-¿La Xunta le está ayudando?
-El lunes [por mañana] nos veremos con Feijoo. La Xunta está en la línea de sacar esto adelante, pero primero tenemos que hacerlo nosotros. Y yo tengo confianza.
-Pero al Gobierno gallego no se le ha visto preocupado. Tal vez le viene bien una patronal debilitada. Es un agente menos que mete ruido.
-No lo creo. La Xunta quiere tener un interlocutor fuerte, y la CEG es un interlocutor necesario, pero no puede pasarse el día dándose de bofetadas. El presidente me dijo que había que arreglar esto.
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