Unas 28.000 familias tienen dificultad para afrontar los gastos de la vivienda.
Barbanza presenta el porcentaje más alto de Galicia de hogares con mayor carga financiera.
Aunque se considera que la crisis arrancó en el 2008, sus consecuencias sobre las economías domésticas de los barbanzanos se hicieron notar con mayor intensidad unos años más tarde, un hecho del que dan cuenta los datos de la encuesta estructural a hogares publicada por el Instituto Galego de Estatística (IGE) hace unos días. Ese estudio revela que más de 28.000 familias de la zona tienen dificultades para afrontar los gastos totales de la vivienda, una cifra que se ha disparado en el último lustro.
Según las estadísticas, desde el 2010 se incrementó en 4.974 -un 12,7%- el número de hogares de la zona en los que los gastos asociados a la vivienda suponen una carga financiera muy pesada para la economía familiar. El dato no es baladí si se tiene en cuenta que esas 28.292 familias que se las ven y se las desean para llegar a fin de mes suponen nada menos que el 78,8% del total de hogares. Y si este porcentaje se compara con el del resto de Galicia, la cifra resulta aún más elocuente.
La mayor proporción
Los datos del IGE pueden desglosarse por áreas geográficas y, realizando la comparativa con otras regiones de la comunidad, resulta que la zona de Barbanza y Muros-Noia tiene la proporción más elevada de hogares que soportan mayor carga financiera derivada de los gastos de su vivienda. La zona sur de la provincia de Lugo, con un 73,7%, la franja suroriental de A Coruña, con un 75,2, y O Salnés, con un 74,9%, son los territorios que más se aproximan a la realidad barbanzana, muy alejada de la media gallega (59,4%) y provincial (64,5%). A años luz se sitúan los ayuntamientos de O Carballiño-O Ribeiro, que presentan la tasa más baja de Galicia con apenas el 37,7%.
En contraposición a estos datos, en los once municipios de la comarca barbanzana hay un total de 7.602 familias para las que los gastos de su casa suponen una carga razonable, y, por lo tanto, llevadera o incluso no conllevan carga alguna. En el 2010, eran 11.960 los hogares que se encontraban en esta envidiable situación a pesar de que, por aquel entonces, la recesión económica ya había irrumpido y los años de bonanza asociados a la burbuja inmobiliaria eran historia.
Colmo de males
Además de la carga que supone el pago de la hipoteca y los demás gastos de una vivienda, muchas personas ven como en sus casas aparecen problemas, en muchos casos estructurales, con los que se ven obligados a convivir. Esta cuestión también aparece reflejada en la encuesta del instituto de estadística, que cifra en un 48,6% las familias del área de Barbanza y Muros-Noia que manifiestan residir en inmuebles sin deficiencias. Es decir, que más de la mitad de los domicilios de la zona sí presentan algún tipo de problema.
Según la definición que aporta el propio IGE, se consideran inmuebles sin deficiencias aquellos que no presentan falta de espacio, ruidos procedentes del exterior, luz natural insuficiente, carencias de aislamiento a agentes externos, goteras, humedades y podredumbre en suelos o ventanas.
Encajan con esta descripción el 48,6% de los hogares barbanzanos, es decir, 17.445, mientras que los 18.449 restantes sí presentan alguno o varios de los problemas citados.
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