María Pita recaudó la mitad de lo que preveía por licencias en el 2016
Ingresó 500.000 euros, mientras que por cementerios y funerales ganó 800.000
Los ingresos por licencias contrastan con los obtenidos por la tasa de cementerios y servicios fúnebres, que superaron los 791.000 euros, casi un 50 % más.
La recaudación por los camposantos suele mantenerse casi constante año tras año, mientras que la de licencias urbanísticas sufre mayores oscilaciones. La primera suele superar a la segunda. Por ejemplo, en el 2014 se recaudaron 756.500 euros por cementerios frente a 645.500 de licencias urbanísticas, pero la diferencia del pasado ejercicio es considerablemente más elevada.
La distancia entre ambas tasas se ha incrementado porque los ingresos por licencias se derrumbaron el año pasado. En el 2013 y el 2014, el Ayuntamiento ingresó por esa vía alrededor de 650.000 euros por ejercicio. En el 2015 se produjo un primer descenso hasta los 600.000 euros, y el año pasado esa tendencia se disparó con la caída por debajo del medio millón de euros.
La reducción de los ingresos coincidió con un aumento de las quejas por parte de los promotores inmobiliarios y las asociaciones de empresarios y emprendedores por la «parálisis» de la gestión municipal, que a su juicio estaba prolongando los efectos nocivos de la crisis económica en la economía de la ciudad, al lastrar la inversión privada y la creación de puestos de trabajo.
Esas críticas, que fueron respaldadas por la oposición, se vieron corroboradas por las actas de las juntas de gobierno, a las que se llevaban todas las licencias que requerían un proyecto técnico. Según esos documentos, publicados en la web del Ayuntamiento, durante el 2016 se concedieron 243 licencias, mientras que en el 2012 -el primer año completo de gobierno del anterior ejecutivo- se dieron 430.
Pero el descenso ya se había anunciado en la segunda mitad del 2015, tras las elecciones y el cambio de gobierno. En ese tiempo, María Pita tramitó 103 licencias urbanísticas en junta de gobierno, mientras que en el mismo período del 2011 -también tras la llegada de un nuevo gobierno- se gestionaron 189.
Una comparación mes a mes entre los dos mandatos indica que el gobierno actual ha tramitado 281 licencias menos que sus predecesores en el mismo tiempo, un 40 % menos. Los únicos meses en los que el actual ejecutivo ha logrado superar las cifras del mandato anterior son febrero y marzo de este año, aunque sería necesario incrementar el ritmo para desatascar los permisos que continúan en espera y evitar que, como han señalado las asociaciones empresariales, parte de los promotores se estén yendo a otras ciudades ante la dificultad para invertir en A Coruña. Cabe recordar que algunas licencias, según las mismas actas de las juntas, requieren hasta dos años, y muchas de presupuesto modesto, de entre 30.000 y 700.000 euros, necesitan de siete a nueve meses de espera.
Un cambio en el gobierno para agilizar trámites
Aunque el alcalde, Xulio Ferreiro, y el edil de Urbanismo, Xiao Varela, negaron una y otra vez que hubiese problemas con la tramitación de licencias; en su última reforma del gobierno local el regidor hizo cambios con el fin de mejorar la «eficiencia» en la gestión de esos permisos. La reforma permitirá que Varela conceda personalmente, sin pasar por la junta de gobierno, las licencias que no lleguen a 1,2 millones de euros. Ninguno de sus predecesores inmediatos en el cargo tuvo esa competencia, que la oposición ha criticado al considerar que se restará transparencia y les dificultará fiscalizar la acción del gobierno local.
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