¿Se va a mojar Rajoy con el AVE a Galicia?
El presidente asumió personalmente el compromiso con las obras en Cataluña y hará lo mismo con las del País Vasco
De la Serna tardó poco tiempo en confirmar esos temores de la Xunta y Alberto Núñez Feijoo tuvo que poner toda la carne en el asador para frenar las intenciones del nuevo ministro, que no solo pretendía aplazar la fecha de llegada del AVE a Galicia, sino también imponer un tren de segunda en algunos tramos. El plante de Feijoo consiguió al menos vetar esta última posibilidad, aunque a costa de asumir un nuevo retraso, el enésimo, hasta el 2019. Todo ello a expensas de la palabra del propio ministro, que fue quien asumió de manera personal ese compromiso.
Pero cuando el incendio parecía controlado, el fuego se vuelve a avivar. Y la amenaza no viene por Cantabria, sino más por el este, por el País Vasco y por Cataluña. El intento de resolver el conflicto en Cataluña mediante una inversión sin precedentes en infraestructuras en esa comunidad, y la constatación de que el voto a favor del PNV a los Presupuestos del Estado se va a lograr gracias a un impulso espectacular a las obras del AVE conocido como la Y vasca, han hecho saltar todas las alarmas en Galicia. Si a algunos ya les resultaba difícil creer en la promesa del 2019, a muchos empieza a parecerles ya incompatible con las inversiones en Cataluña y País Vasco. Y comienzan a surgir voces que exigen un plante en Galicia que una a siglas políticas aparentemente incompatibles.
Consciente de ese peligro, De la Serna se apresuró el pasado sábado a reiterar su compromiso con el AVE a Galicia y con la fecha del 2019, asegurando que la inversión «queda asegurada desde el punto de vista presupuestario». No se trata de desconfiar de la palabra del ministro, pero a muchos gallegos les hubiera gustado que quien saliera a asumir personalmente ese compromiso fuera el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. El mismo que el pasado martes anunció personalmente el plan de inversión en Cataluña y, lo que es más importante, empeñó su palabra en que se va ejecutar todo lo presupuestado para esos proyectos. Lo mismo que hará cuando firme el pacto presupuestario con el PNV.
Ahí es donde está la clave. En que el compromiso con la fecha del AVE a Galicia lo asuma personalmente el presidente del Gobierno, y no exclusivamente el ministro del ramo. Y en que en ese compromiso se incluyan no solo la partidas de inversión necesarias, sino la garantía de que se ejecutará todo lo presupuestado. Lo mismo que para Cataluña y País Vasco. Ni más, ni menos.
Los socialistas prolongan la larguísima agonía del PSdeG
Resulta difícil encontrar no ya en el PSOE, sino en ningún otro partido, una situación similar a la de los socialistas gallegos, que llevan más de 20 años en crisis permanente, y ello a pesar de que en ese tiempo llegaron a presidir la Xunta entre 2005 y 2009. Es cierto que en esa situación tienen gran parte de responsabilidad los propios socialistas gallegos y su eterna lucha cainita. Pero también que en Ferraz nunca se tomaran en serio al PSdeG, ni siquiera cuando Pérez Touriño presidía la Xunta. La caótica situación actual, en la que la dirección nacional ha dejado al PSdeG, sin líder y sin gestora provisional, es solo una muesca más en ese desprecio de Madrid a un partido que es clave para Galicia.
Ana Pastor suma elogios a su labor en el Congreso
El Club de Periodistas Gallegos en Madrid entregó el pasado jueves el galardón de Gallego del Año 2016 -gallega, en su caso- a la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor. El compromiso de la exministra con esta tierra la ha convertido desde hace tiempo en tan gallega como la que más, pese a haber nacido en Zamora. La distinción se suma al reconocimiento prácticamente unánime de los partidos políticos que Pastor está recibiendo por su labor como presidenta del Congreso, hasta el punto de que, en el poco tiempo que lleva en el puesto, muchos la consideran ya como la figura que ha ocupado ese cargo con más rigor e independencia y menos afán de protagonismo.
El PP quiere convertir en estable el pacto con el PNV
Desde que el PSOE la perdiera en 1993, todos los Gobiernos que se han formado en España sin mayoría absoluta se han sostenido gracias al apoyo de partidos nacionalistas. Bien sea mediante pactos de legislatura o con acuerdos tácitos sin un documento concreto, los nacionalistas fueron arrancando así prebendas votación a votación, primero al PSOE y después al PP. El declive de los nacionalistas y la irrupción de nuevas fuerzas prometía acabar con esa forma de democracia clientelar. Pocos podían esperar que Mariano Rajoy acabara tratando de reeditar la fórmula. Pero todo indica que el líder del PP pretende convertir el pacto con el PNV para los Presupuestos en un acuerdo estable.
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