GALICIA - CUBA.

Feijóo y Castro fijan una agenda para negocios de alimentación, energía y TIC

El presidente cubano ve "lógico" que el refuerzo de las relaciones con España "empiece en Galicia" y el titular de la Xunta le ofrece la comunidad "como puerta a Europa"

El presidente Feijóo y Raúl Castro en la reunión. l. o.

Era, sin duda, la parada estrella del tour que el titular de la Xunta realizó desde el pasado jueves a Cuba, aprovechando la celebración allí de la cumbre trianual de la diáspora gallega y el especial e histórico momento que vive la isla con su apertura internacional y todo lo que eso ofrece para las empresas que quieran dar el salto. Alberto Núñez Feijóo se sentaba con el presidente Raúl Castro con ese objetivo en mente, el de fortalecer las relaciones comerciales entre ambos territorios. Una hora y media de encuentro en el que Feijóo quiso agradecer "la cordialidad" del pueblo cubano y sentar las bases para una inmediata "agenda económica" que las dos partes se comprometen a concretar en breve y que pasa por reforzar los lazos entre ambos países y la colaboración en sectores como el agroalimentario, la energía, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y la biotecnología.

"El presidente Castro me transmitió que tenía mucho interés de hacer muchas cosas con Galicia. Me dijo: "Dado que iniciamos una nueva etapa con España, las cosas que hagamos con España, me gustaría hacerlas con Galicia". Y yo espero que sea así", aseguraba tras la reunión el máximo responsable del Gobierno gallego, la segunda tras la organizada en diciembre de 2013, convencido de que este proceso de apertura de la isla es algo que la comunidad "no puede perder". "Galicia tiene que volver a estar presente en Cuba con intensidad -añadió- y donde Galicia puede representar al conjunto de España y puede ser la puerta de apertura de Cuba a Europa".

El viaje de Feijóo incluía citas con diez ministerios del Ejecutivo cubano, con el vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas, y con la Cámara de Comercio de la isla. Castro, según el presidente de la Xunta, estaba al tanto del contenido tratado e "interesado" en atar aquellas actividades económicas en las que pueden coordinarse ambos pueblos y que sirvan de guía para las "relaciones bilaterales". De ahí la previsión de firmar junto con la vicepresidencia económica y nueve ministerios de Cuba un memorando que está ya en redacción para ir al detalle de los acuerdos en esos sectores posibles. Galicia ofrecería su experiencia en el cooperativismo en la actividad agroalimentaria y conocimiento en biotecnología, materia energética y TIC, además de otras actuaciones vinculadas al transporte, el turismo y el sector del contract, que abarca los servicios de arquitectura, interiorismo y equipamiento para grandes instalaciones como los hoteles.

"Nos vamos con una agenda económica abierta... En definitiva, fue un viaje completo en el que constatamos que Cuba quiere seguir teniendo contacto con Galicia, quiere tratar con Galicia para, a partir de ahí, seguir tratando con España", valoró Feijóo a la salida del cara a cara con Castro en el que también participaron por la parte cubana, el canciller, Bruno Rodríguez, y el vicepresidente para asuntos económicos, Ricardo Cabrisas. Con el presidente de la Xunta acudieron el embajador de España en Cuba, Juan Francisco Montalbán, y el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde.

Después de la reunión, Núñez Feijóo asistió a la presentación del espectáculo Son galego, Son cubano, del artista gallego Roi Casal, con la participación especial de Pablo Milanés y Nando Casal en homenaje al escritor gallego Xosé Neira Vilas. "Un espectáculo único, que mezcla el sonido gallego y el sonido cubano, en el lugar más importante de Cuba para los gallegos como es el antiguo Centro Galego de La Habana", subrayaba el presidente de la Xunta como ejemplo de que la música, el sonido y el ritmo, "ponen de manifiesto que, pese a la distancia geográfica, somos dos tierras que nos entendemos y fusionamos bien". Fue el punto y final de una visita que, según Feijóo, es realmente "un punto y seguido" en las relaciones entre las dos tierras, "un viaje pleno".