miércoles, 9 de noviembre de 2016

La puja eléctrica oferta dos bloques más con los mayores incentivos, a los que aspira Alcoa

El Gobierno eleva de ocho a diez los paquetes en liza de 90 megavatios, los mejor remunerados - Empresa y trabajadores, prudentes a la espera de conocer la demanda


Manifestación de trabajadores de Alcoa en A Coruña contra la amenaza de cierre de la planta de A Grela. 

La Secretaría de Estado de Energía despejó ayer la incógnita sobre los bloques de energía interrumpible -aquella por la que las empresas cobran incentivos a cambio de que reduzcan o suspendan su consumo en caso de que el sistema no logre atender la demanda- que sacará a subasta la próxima semana. Finalmente, según la resolución publicada ayer, pondrá en liza 10 bloques de 90 megavatios (MW), los mejor remunerados y a los que aspira la aluminera Alcoa, frente a los ocho ofertados el año pasado, y 340 de 5 MW, peor pagados y pensados para empresas con consumos de energía inferiores. Inicialmente el Gobierno había establecido un rango de entre 7 y 13 unidades en el caso de los paquetes de 90 MW y entre 286 y 394 en el caso de los de 5 MW.
De los ocho bloques de 90 MW sacados a subasta el año pasado, con 11 aspirantes a hacerse con ellos, Alcoa solo logró tres de los seis que precisaba, los tres para la factoría de San Cibrao, en Cervo (Lugo), que pujaba por cuatro. Las plantas de A Coruña y Avilés (Asturias), que necesitaban uno cada una, quedaron sin ninguno y tuvieron que ir a la puja de los bloques de 5 MW, lo que provocó que sus incentivos eléctricos fuesen muy inferiores y que, por segundo año, quedasen en una situación difícil. De hecho, en el último año Alcoa ya analizó la posible venta o cierre de las fábricas si el proceso competitivo de este año vuelve a salir mal.
Si la subasta de la próxima semana en Madrid cuenta con 11 pujadores, como el año pasado, para esos 10 bloques, la aluminera estadounidense tendría más fácil lograr sus objetivos. Pero la demanda de energía interrumpible es uno de los datos confidenciales del proceso y tanto la multinacional como sus trabajadores son cautos y optan por la prudencia ante este incremento de los paquetes mejor remunerados. Porque hay la posibilidad de que vuelva a participar Inovyn Solvay -que ya lo hizo en 2014 y el año pasado fue excluida por incumplir las órdenes de reducción de potencia- y de que entren más empresas en la subasta.

De hecho, fuentes de la aluminera instaron a ser prudentes y apuntaron que la noticia de que hay dos bloques más de 90 MW que en 2015 "no es mala a la espera de saber el número de empresas que compiten por ellos". E insistieron, como antes de las subastas de otros años: "La intención de Alcoa es ir a la puja para obtener el máximo valor posible de energía interrumpible para las tres fábricas con la finalidad de mejorar su competitividad".
La plantilla de la fábrica coruñesa de la multinacional estadounidense se manifestó en la misma línea. "Hay mayor oferta, pero no sabemos cuál es la demanda", sentenció el presidente del comité de empresa de la planta de A Grela, Juan Carlos López Corbacho. "Habrá que esperar a la semana que viene para saber el resultado. Esperemos que el Gobierno reaccionase, tomase nota de lo ocurrido en los dos años anteriores y permita un resultado mejor para Alcoa", añadió el portavoz de los trabajadores coruñeses, que insiste en que la aluminera parte en desventaja incluso en la subasta de los bloques de 90 MW: "El 45% de nuestros costes es de energía y en nuestros competidores no llega al 10%".

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