jueves, 7 de julio de 2016

CUPA GROUP: VENTA A CARLYLE.

«No va a haber ningún tipo de venta por partes de Cupa tras entrar Carlyle»

El directivo manda un mensaje de tranquilidad a la plantilla, asegurando que no habrá recortes.
El gigante ourensano de la pizarra Cupa Group ha llegado a un acuerdo con el fondo Carlyle para venderle el 95 % del capital, en el que seguirá Javier Fernández, actual consejero delegado de la compañía, que mantendrá el puesto como cabeza visible. Sin querer confirmar que la venta se hará por 170 millones de euros (dice que la cifra está sin cerrar), sí reconoce que esa es la cantidad de la deuda actual del grupo gallego.
-Llega Carlyle a Cupa. ¿Quién buscó a quién?
-Todo empezó porque Abanca tenía interés por desinvertir su participación [del 20 %]. Fuimos viéndonos con fondos de inversión, pero vender una participación minoritaria en una empresa es algo muy complejo, porque el que compra siempre quiere tener ciertos derechos de veto para opinar en decisiones, etcétera. No queríamos tener inestabilidad, y empezamos a valorar otras opciones. Y también había algún socio que había mostrado interés en vender. Al final se convirtió en una venta mayoritaria, en un proceso largo que acabó en eso, con la entrada de Carlyle.
-¿Por qué Carlyle?
-Lo escogimos porque hicieron una buena oferta para todos los socios y porque es un fondo de inversión muy serio, muy respetado en todo el mundo. Pueden ayudar mucho al futuro desarrollo de la compañía.
-Demos por hecho que se concreta la venta. Cupa dejará de ser una empresa casi familiar a depender de un fondo extranjero. Hay muchas duda sobre el futuro del grupo. ¿Se partirá?
-Eso nunca. No va a haber ningún tipo de venta por partes de la compañía ni vamos a hacer reducciones de plantilla. Nada de eso va a pasar y en eso me comprometo yo. Y si pasase algo de eso, el primero en marcharse sería yo. Quieren invertir en Cupa porque creen que es un gran grupo industrial, en todo caso lo que van a facilitarnos es el crecimiento futuro.
-¿Se mantendrá la estructura?
-Tal cual. Yo voy a seguir de máximo responsable y en el equipo directivo no va a haber cambios.
-¿Y en la plantilla?
-De momento no va a haber ningún cambio. En todo caso, en los próximos años se va a aumentar con total seguridad.
-¿Viene Carlyle para quedarse?
-Varios años. Un fondo de inversión normalmente está un número de años determinado, no suelen estar 20, pero sí unos cuantos.
-¿Y después?
-No se sabe. Después ya veremos. Ahora lo que nos preocupa es Carlyle, y ejecutar nuestro plan de negocio, que es muy ambicioso y que va a exigir muchísimo trabajo; y que de concretarse supondrá un crecimiento importante de la compañía.
-Seguimos sin Gobierno. ¿Influye a Cupa esta situación?
-No. Para nuestro trabajo no ha influido. Para el país en su conjunto es negativo, y acaba afectando a todos, a nosotros también nos acabaría afectando. Pero de momento no.
-¿Y el «brexit»?
-Nuestra exposición allí es pequeña. Estamos en 65 países y no dependemos mucho del Reino Unido. Pero en cualquier caso, no hemos notado ningún efecto negativo. Las empresas que tenemos allí siguen yendo bien.

«Invertir en el sector de las energías renovables fue un error»

Fernández continuará como máximo responsable de una compañía que fundó -junto a otros cuatro socios- su padre; y reconoce que le produce «un poco de pena» que deje de ser una empresa casi familiar; pero al mismo tiempo considera que es una «gran oportunidad para todo el personal, para todos los que nos quedamos en la compañía, de poder acometer retos que hasta ahora no habíamos podido».
-¿Cuáles?
-Nosotros queremos crecer en todos los negocios en donde estamos, queremos ser mucho más importantes en algunos países donde no lo somos, y queremos desarrollar de una forma mucho más eficiente y con más recursos los productos que hemos impulsado en Cupa Innovación, como Cupaclad y ThermoSlate, y que creemos que pueden tener gran éxito en el mercado. Pero para su desarrollo, su lanzamiento y su introducción en el mercado hacen falta recursos, capacidades y con Carlyle va a ser mucho más sencillo.
-¿Fue un error entrar en sectores en los que no fueran fuertes, como las eólicas?
-Cuando echas la vista atrás, entrar en el sector de las energías renovables fue un error claro, pero era imposible saber lo que iba a suceder con los cambios normativos. En su momento lo que buscamos fue dar estabilidad a que hubiese una rama de la empresa que no dependiese de los ciclos de la construcción como el resto de productos del grupo. Creo que estratégicamente la idea en su momento estuvo bien. Obviamente hoy, si echamos la vista atrás, fue todo un error.

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