miércoles, 26 de octubre de 2016

Caramelo echa el cierre y deja en la calle a 169 trabajadores, la mitad de ellos en Galicia

El grupo solicita la liquidación al juzgado dos años y medio después de salir del concurso de acreedores con una quita del 80% y ocho años de espera - El último director fue despedido hace apenas un mes


Almacenes de la nueva sede de Caramelo en Vío en plena inauguración, en marzo de 2015. 
Corporación Inveravante atribuye la caída a una "excesiva" exposición al mercado español en los últimos años
Dos años y siete meses. Eso es lo que ha durado la última entrega de la lenta agonía de Caramelo, una emblemática firma textil coruñesa creada a finales de los sesenta por las familias Gestal y Caramelo y que en cuanto el juzgado le ponga fecha, será liquidada, desaparecerá y dejará en la calle a 169 trabajadores; 79 de ellos, en Galicia. La noticia cayó ayer como una bomba entre la plantilla de fábrica, con 61 empleadas de las casi 800 que llegó a tener la compañía en sus años dorados. "La mayoría de la gente no se lo esperaba, pensaban que reducirían a la mitad otra vez, pero el cierre total no", explicaba una de ellas. El principal accionista, la corporación Inveravante, de Manuel Jove, dice haber hecho "todo lo posible" por recuperar la rentabilidad de una enseña muy afectada por la crisis y reconoce que estuvo "excesivamente expuesta" al mercado doméstico.
De los 169 empleados, 70 trabajan en los 37 corners de El Corte Inglés, 38 en tiendas propias (18 en Galicia) y 61 en la fábrica.

La dirección de la compañía comunicó el cierre a los trabajadores de palabra, antes de hacer pública una escueta nota de prensa en la que anunciaba su fin y que ayer por la mañana había registrado en el juzgado de lo Mercantil la solicitud de liquidación. Caramelo superó el concurso de acreedores el 6 de marzo de 2014 con un convenio que recogía una quita del 80% de la deuda y una espera de ocho años para aplicar el plan de pagos. La deuda ascendía a sólo 100 millones y menos de la mitad, 43 millones, eran con la banca. El resto, se adeudaba al principal accionista, Manuel Jove y a proveedores. El 80% de esos acreedores respaldaron la propuesta que recogía además tres años de carencia en los pagos.
La compañía argumenta que su viabilidad se vio "seriamente dañada" por la crisis de consumo "que afecta a toda Europa, y de forma particular a España" y reconoce que en los últimos años estuvo "excesivamente expuesta" a este mercado doméstico, los mismos argumentos que defiende desde hace tres años. La firma se embarcó en marzo del año pasado en un plan de relanzamiento con el traslado de la actividad a una nueva sede en Vío (el polígono promovido por Jove y José Collazo), más ajustada a la actividad y plantilla que tenía entonces, 110 trabajadores de los casi 800 que llegó a acoger la sede de A Grela. Confiado por una facturación de 13 millones de euros en el mismo ejercicio en que había salido del concurso, el equipo directivo que desde 2012 lideraban el exdirector de Marks&Spencer para España y Portugal, Enrique Fernández del Riego, y José Luis de la Fuente pretendía recuperar la esencia de la marca, el producto de calidad que la había hecho famosa.
Caramelo arrancó 2015 con un presupuesto de 17 millones de euros y el objetivo de abrir nueve tiendas, las mismas que ahora cerrará en A Coruña, León, Oviedo, Santander, Bilbao, San Sebastián, Madrid, Casablanca y Tánger. La firma gestiona además 37 corners en El Corte Inglés y una tiendaonline que inauguró en 2014 tras salir del concurso. El proyecto empresarial continuaba así el camino iniciado en 2013, cuando la dirección decidió abandonar la producción en China que había deslocalizado en 2009 y concentrar la confección en Portugal. Incluso buscaba recuperar las gabardinas Antilluvia con las que los Gestal y los Caramelo iniciaron el negocio.
Inveravante reconoció ayer que intentó buscar el equipo directivo que "mejor encajase con la realidad de la empresa", pero su último director general, Enrique Fernández del Riego, fue despedido a finales de septiembre y sustituido por Pablo Erroz. Como sus antecesores -Carlos Fernández-Couto, Fernando Maudo o Jacobo García Anduiza- no cuajó como directivo de éxito. Caramelo no consiguió "superar las pérdidas de los últimos ejercicios", según dice su comunicado y se ha visto abocada a la liquidación.
Ahora el juez decidirá sobre la solicitud y el proceso que seguirá la compañía hasta que baje la persiana. Los representantes sindicales de los trabajadores evitan de momento dar su punto de vista ante la falta de información oficial sobre el proceso que ahora se abre.

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